El Colmado El Veterano, Maunabo Puerto Rico
¡Que lindo mi pueblo, que bonita mi gente! Esta mañana sali a buscar desayuno, donde mis hijas me dijeron que habia un colmado donde la gente era muy buena. Iba a comprar mas bien pan y leche. Queria tener para hacerme un sandwich y bueno quedarme aqui pintando y meditando, pero en vez de eso, hice un gran descubrimiento. Conoci el Colmado El Veterano, y sus dueños, Amarilys y su esposo, en Maunabo. (Perdoname esta omision; tan pronto aprenda su nombre lo voy a poner.) El colmado queda un poquito mas alla del camino al Faro y al lado de la iglesia. La iglesia es una pequeña capilla con una immensa cruz pintada de azul. El Colmado ni siquiera tiene nombre. Es sencillo pero la gente que lo administra son amables, cariñosos, respetuosos, y llenos de buen humor! Me trataron como si yo fuera familia. De verdad! Hasta me invitaron a comer un sandwich de pana.
Lo primero que les digo, es que no tienen los precios puestos. Quieren conversar con los clientes y conocer la gente. Son muy gentiles. Alli vi gente de la comunidad pedir sandwiches, entre ellos un anciano que lo recibieron por nombre, un obrero, otro joven apuesto entro que tiene su propio negocio en el pueblo, y todos fueron tratado con amabilidad y cariño. El joven con negocio en el pueblo tambien cocina, ¿pero donde viene a desayunar? Pues, al Colmado El Veterano. Me encanto!
Tampoco me dejaron ir a comer sola en casa, si no que insistieron que me comiera la primera mitad de mi sandwich alli con ellos. No lo voy a olvidar. Por cierto, esa mitad fue todo mi desayuno, ya que el sandwich era enorme.
Yo fui a comprar un sandwich, lo que me encontre fue unos amigos! Dios los bendiga.
El sandwich estaba delicioso, pero la amabilidad no se puede pagar!
Lo primero que les digo, es que no tienen los precios puestos. Quieren conversar con los clientes y conocer la gente. Son muy gentiles. Alli vi gente de la comunidad pedir sandwiches, entre ellos un anciano que lo recibieron por nombre, un obrero, otro joven apuesto entro que tiene su propio negocio en el pueblo, y todos fueron tratado con amabilidad y cariño. El joven con negocio en el pueblo tambien cocina, ¿pero donde viene a desayunar? Pues, al Colmado El Veterano. Me encanto!
Tampoco me dejaron ir a comer sola en casa, si no que insistieron que me comiera la primera mitad de mi sandwich alli con ellos. No lo voy a olvidar. Por cierto, esa mitad fue todo mi desayuno, ya que el sandwich era enorme.
Yo fui a comprar un sandwich, lo que me encontre fue unos amigos! Dios los bendiga.
El sandwich estaba delicioso, pero la amabilidad no se puede pagar!
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